Bendito deadline

Desde hace poco circula por las redes sociales esta charla TED, que describe el cerebro de un procrastinador.
https://www.ted.com/talks/tim_urban_inside_the_mind_of_a_master_procrast...
Si te quieres ahorrar el cuarto de hora, te lo cuento: en cada cerebro procrastinador hay un capitán de barco sensato que sabe hacia dónde debe dirigirse la nave para llegar a buen puerto. Y hay también un mono que quiere divertirse y conseguir una gratificación inmediata. Curiosamente, suele ser el mono el que se hace con el timón, y pone un rumbo divertido. El capitán quiere documentarse sobre poetas medievales. El mono se pregunta qué se hizo aquel donjuan, los compañeros de clase qué se hicieron, y entra en Facebook. Y van pasando las horas, el mono está haciendo el test de qué enanito de Blancanieves eres; y el capitán se lamenta porque el barco está a tomar por saco y les va a pillar el temporal.
El temporal, o la amenaza de temporal –lo que el video llama el monstruo del pánico- es lo único capaz de hacer que el mono suelte el timón. Por ejemplo, y en lo referido a escritores y guionistas, una fecha de entrega. En inglés, deadline. La línea muerta, la línea del muerto, la raya que no debes cruzar porque estás muerto.
Debes conocer a tu mono interior, y saber lo que le asusta. Para algún mono pusilánime el temporal es el deadline de un propósito de Año Nuevo. Algún mono temerario espera a la tormenta perfecta de la amenaza de despido para soltar el timón. Si tú, procrastinador, navegas siempre por aguas tranquilas, igual te da tirar por la borda al capitán porque el mono no va a dejar que ni se acerque. Así que ve hacia aquellos nubarrones en cuanto puedas. Comprométete, oblígate, jura por tus muertos y suelta trapo. Verás como al final el mono se acojona y tú acabas el dichoso guión, o lo que sea que estés escribiendo.