Mark Zuckerberg, sobre "La red social":
"Lo que creo que hicieron más dramáticamente mal es que la película empieza con esa chica que no existe en la vida real y que me deja. Algo que ha pasado en la vida real muchas veces. Entonces parece que la única razón por la que quería hacer Facebook es porque quería conocer a chicas o porque quería entrar en alguna institución social. Pero yo creo que es bastante significativo de cómo la gente que hace películas nos ve a los que estamos construyendo cosas en Sillicon Valley. Parece que no se dan cuenta que hay gente que construye cosas porque les gusta construir cosas".
Dice Jonás Trueba en su blog:
"Puede que tenga razón. Al menos es ahí donde se ve más la mano del guionista, sobre todo en el intento de convertir a la ex novia en su Rosebud particular".
Pero en los biopics, a mí la mano del guionista me resulta especialmente necesaria. Posiblemente, si alguien nos pregunta por qué hacemos lo que hacemos nos encojamos de hombros, digamos que porque sí, o improvisemos alguna respuesta sencilla, o alguna respuesta aceptable. La respuesta absolutamente verdadera puede conocerla Dios, o tú mismo después de varios años de psicoanálisis.
Pero un guionista es un poco un dios en su guión, y conoce a sus personajes mejor que sus psicoanalistas. A "sus personajes", insisto, y no "a las personas reales en las que se basan".
En una película, generalmente -añado el generalmente para no pillarme los dedos- el público necesita entender por qué el protagonista hace lo que hace, y es labor del guionista ofrecer una explicación. Como esa necesidad del público se mantiene cuando el protagonista es alguien que ha existido, el guionista acaba eligiendo una motivación verosímil de entre todas las posibles.
Y es que el Mark Zuckerberg de La red social no es Mark Zuckerberg, es un personaje de ficción con el que comparte ciertos elementos biográficos y algunas camisetas, pero que como cualquier protagonista de una película comercial tiene un objetivo, una motivación, y una vida regida por causas-efecto evidentes.
Si el Marck Zuckemberg real escribiera una película autobiográfica tampoco sería él el protagonista. Sería el personaje de ficción creado por él, quizá con el máximo afán de sinceridad, y tendría otro objetivo y otra motivación y otras causas efecto distintas a las de La red social, pero igualmente manipuladas e incompletas.
Y entonces, ¿cuál de los dos personajes se aproximaría más al real? Pues a saber...