El IVA

"Tal vez porque en Hacienda se han enterado de la legendaria incapacidad de nuestro gremio para las cuentas, los guionistas estamos incluidos (en compañía de alfareros, pintores y escultores) en un epígrafe de Hacienda, el 861, que está exento de IVA. Es decir, ni cobramos el IVA en nuestras facturas ni debemos hacer la liquidación trimestral de este impuesto que deben hacer otros profesionales".

Este párrafo no es mío, sino del guionista Daniel Castro, y lo he sacado de aquí: http://guionistaenchamberi.blogspot.com.es/2010/01/la-situacion-laboral-...

Y la Ley del IVA dice:

Artículo 20. Exenciones en operaciones interiores.
1. Estarán exentas de este impuesto las siguientes operaciones: Los servicios profesionales, incluidos aquéllos cuya contraprestación consista en derechos de autor, prestados por artistas plásticos, escritores, colaboradores literarios, gráficos y fotográficos de periódicos y revistas, compositores musicales, autores de obras teatrales y de argumento, adaptación, guión y diálogos de las obras audiovisuales, traductores y adaptadores.

Así que no, en este post no voy a hablar de la subida del IVA de ayer, sino de por qué yo SÍ añado el IVA a mis facturas.

Yo cobro IVA porque puedo, y porque me gusta cobrarlo.

Aunque algunos de mis colegas -también, supongo, por ahorrarse el papeleo y esas cuentas que dice Daniel- se acojan al artículo 20, a mí me gusta marcar bien clarito que no, que no, que lo mío es otra cosa, que ni soy autora ni percibo derechos de autor por el guión que ayudo a desarrollar, que a veces ni salgo en los créditos y no me están robando.

Lo del IVA es un detalle menor, en la factura y en mi propia economía, pero hasta el chocolate del loro cuenta para aclarar cuál es nuestro trabajo y diferenciarlo de otros, que tendrán sus cosas, sí, sus otras satisfacciones, sus otras glorias. Pero que no están sujetos al 21% -¡21%!- de IVA.