La plantilla estructural.

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http://bloguionistas.wordpress.com/2012/04/03/consultorio-analisis-de-la...

En todo caso, creo que cuando se analiza un guión hay que tener claro que éste no es mejor ni peor porque encaje mejor con una plantilla estructural prestablecida. Hay guiones maravillosos donde el primer punto de giro llega tarde y otros horrorosos que sin embargo funcionan como un mecanismo de relojería. De lo que se trata es de que la historia resulte entretenida, de que interese. Y si lo hace, pueden perdonársele muchas cosas. Cuando no es así, es cuando uno tira de teoría para tratar de mejorarlo.

El guionista John August lo explicaba muy bien hace poco en su blog comentando un análisis de su guión para la película de Tim Burton, “Big Fish”: “Demasiado a menudo veo a guionistas principiantes peleando para conseguir que las grandes películas que ven en su cabeza encajen en una plantilla. Así que os doy permiso oficial para que dejéis de hacerlo. Relajaos. (…) La teoría es la teoría. Escribir es real, y a veces resulta muy duro. Merece la pena saber lo bastante sobre teoría dramática para que puedas hacer preguntas inteligentes sobre tu trabajo -“¿Cómo puedo conseguir que a mí héroe las cosas le resulten más difíciles?”, es una buena- pero no se te pide que contestes cada pregunta o que marques cada casilla. Y recuerda: Si los supuestos expertos realmente conocieran los secretos, estarían escribiendo películas en vez de vendiendo libros sobre cómo escribir películas”.

Pero como digo, este es un tema complejo en el que merece la pena profundizar más. Aunque en lo básico estoy de acuerdo con August, no comparto su desprecio por aquellos que se dedican a la enseñanza de la teoría del guión sin ser guionistas. Y últimamente cada vez que veo una película que me aburre, cuando luego pienso en ella suelo llegar a la conclusión de que no lo habría hecho de haber tenido en cuenta alguna regla de dramaturgia básica (pues para eso valen, para conseguir que nos interesen las historias, es de lo único que se trata).

Sensato, interesante y pedagógico, como siempre, David Muñoz. Que tiene además un exquisito buen gusto en lo que se refiere a manuales de guión. Gracias, David.