La semana pasada, en el festival de Isla Margarita, el magnífico Senel Paz y yo tuvimos el placer de asesorar seis guiones seis procedentes de varios países latinoamericanos. Los participantes, estupendos. El lugar, maravilloso. La experiencia, genial. Lo cuento aquí no sólo por presumir, también porque me ha llamado mucho la atención que todos los guionistas del taller fueran conscientes de "lo que querían transmitir", "el discurso".
A mí me gusta manejar el tema / mensaje como herramienta de desarrollo, y no acostumbro a toparme con escritores que lo traigan pensado de casa. Suelen haber pensado "de qué va", "qué es lo que pasa en la historia", pero no "qué significa".
Quizá fuera coincidencia, quizá mi experiencia no es tan amplia como para generalizar. Pero anda que no estaría bien que en las películas de aquí hubiera más acciones, y en las de casa más ideas.